domingo, 3 de diciembre de 2006

Comunicación Social: retos ...y más retos

Luego de diez años se presentan nuevos cambios en la currícula académica. Nuevos desafíos para estudiantes y sobre todo para profesores.

El mes de setiembre festejó junto con la primavera el 51 aniversario de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad de San Marcos, medio siglo después de su fundación, la prestigiosa entidad sigue lanzando a numerosos medios de comunicación destacados periodistas.

A lo largo de su historia se han producido numerosos cambios, los mismos que han intentado caminar análogamente con los avances tecnológicos. Como es evidente las exigencias del mundo globalizado nos retan a incrementar conocimientos para ingresar en el avasallador campo laboral, es por ello que para mejorar el perfil profesional del comunicador social se realizarán algunas modificaciones en la currícula académica de esta escuela, la misma que no había sido reformada desde el año 96.

La comisión encargada de realizar esta tarea está conformada por profesores y representantes estudiantiles, quienes se encargarán de que el proyecto quede listo para fines de este año. Sería bueno que recuerden que ya estamos finalizando el ciclo, es decir, estamos esperando ansiosos no que nos digan que están avanzando, sino que nos muestren cuáles serán nuestros nuevos cursos y si los alumnos que no han terminado a tiempo la carrera se verán afectados.

Sin embargo, lo que para los alumnos podría ser la oportunidad de sumar el aprendizaje de nuevas tecnologías en su currículum, para profesores se convierte en todo un desafío; si bien es cierto la experiencia y el prestigio son necesarios para dictar clases, los profesores no pueden retar a las tecnologías ni a las exigencias del mundo actual basándose en sus experiencias, tanto laborales como académicas y personales, no es suficiente.

Cambios con urgencia
Los alumnos; tanto de la especialidad de audiovisuales, organizacional y prensa, coincidirán con que se incrementen nuevos cursos, que algunos que hasta entonces eran de carácter electivo pasen a ser obligatorios, que se incluyan nuevos temas en los cursos antiguos, pero a la vez
también se exige o que se renueve a la plana docente o de lo contrario que se capacite a los profesores antiguos con el fin de poder llevar de manera acorde con los innovadores cursos, el dictado de clases.

Claro está que también es necesaria una capacitación en materia de calificaciones. Me explico, cuando un profesor no tiene mucho que ofrecer, académicamente hablando, no tiene mucho que exigir, es por ello que el curso se hace llevadero, léase: nos regalan la nota, a veces incluso colocándonos un 18.

Ese alumno aprobado ingresará en el ranking con mejores calificaciones que aquel que se esforzó y obtuvo un 14 ó un 15 llevando el curso con un profesor más exigente. Mis compañeros coincidirán conmigo en que pasar cursos con profesores como María Mendoza, Abel Santibáñez, Ricardo Falla o Sonia Luz Carrillo, sólo por poner algunos ejemplos, no es tarea fácil.

Para contribuir a nuestra depresión nos toparemos con un anuncio de prácticas en el que se solicitan únicamente alumnos que pertenezcan al tercio superior y ¿a quiénes creen que aceptarán? La respuesta es evidente, si lo que se solicita es buenas notas (lo que no necesariamente se traduce en capacidad) ya sabemos quienes ocuparán esos puestos.

Es por ello que no logramos convenios con las grandes empresas de medios de comunicación como sí lo han hecho las universidades particulares; nos estamos quedando, es increíble somos Sanmarquinos y pocas veces se pide nuestro perfil en los anuncios de trabajo o prácticas de las importantes corporaciones televisoras o radiales y eso también depende tanto de los alumnos como de la Dirección académica.

Estos son algunos de los tantos problemas con los que nos venimos enfrentando, esperemos que el nuevo cambio de currícula traiga nuevos aires por los pasillos de nuestra querida escuela de Comunicación social y por fin se inicie el cambio.

1 comentario:

Cuidro dijo...

Bien Claudia que bueno que comiences a escribir aún estudiando.